13.4.06

otro de kafka

la partida

Ordené que trajeran mi caballo del establo. El criado no me entendió, así que fui yo mismo. Ensillé el caballo y lo monté. A la distancia oí el sonido de una trompeta y pregunté al mozo su significado. Él no sabía nada; no había oído sonido alguno. En el portón me detuvo y preguntó:
–¿Hacia dónde cabalga, señor?
–No lo sé –respondí–, sólo quiero partir, sólo partir, nada más que partir de aquí. Sólo así lograré llegar a mi meta.
–¿Entonces conoce usted la meta? –preguntó él.
–Sí –contesté–. Ya te lo he dicho. Partir, ésa es mi meta.
–¿No lleva provisiones?–preguntó.
–No me son necesarias –respondí–, el viaje es tan largo que moriré de hambre si no consigo alimentos por el camino. No hay provisión que pueda salvarme. Por suerte es un viaje realmente interminable.

No hay comentarios.: